Cuando apareció la primera App en el mercado, nadie esperaba que se produjera una revolución tecnológica que ha afectado múltiples aspectos de nuestra vida, tanto a nivel personal como social, laboral y por su puesto en la salud.
La tecnología ha facilitado el acceso al uso de los recursos sanitarios y la forma cómo los usamos, y con las aplicaciones, el paciente ha pasado de ser un sujeto pasivo de la atención sanitaria, que solo podía recibir guía y consejo a través del profesional, a empoderarse, es decir, tiene la capacidad para buscar información de su enfermedad y de cómo abordarla, cuándo, dónde y a través de la fuente de información que él/ella decida, sin necesidad de depender de horarios, profesionales ni tener que desplazarse hacia ningún centro.
En el futuro, como ha sucedido con las redes sociales, todo hace pensar que habrá como máximo tres o cuatro aplicaciones por especialidad sanitaria que coparán el mercado, dejando en un desuso el resto de aplicaciones creadas sobre la misma temática.
Es más, en el caso de las enfermedades crónicas más prevalentes (como la EPOC, la diabetes, la HTA, la Insuficiencia Cardíaca, las Dislipemias, etc…) se encontrarán Apps que hagan este control pluripatológico y faciliten el control a los pacientes crónicos complejos ya que una de las virtudes que tendrán las aplicaciones que triunfen será la sencillez en su uso.
Si tenemos que elegir, ¿qué preferíamos? ¿Una sola aplicación que haga todo el trabajo de forma personalizada o tener que usar varias, una por patología, duplicando de esta forma las actividades y los datos y dónde la información dada por cada una de ellas sea parcial?
La sencillez también es importante en la manera de ofrecer toda la información. Las aplicaciones que contengan mensajes largos, muy técnicos y tediosos de leer, serán olvidadas o no leídas y finalmente, borradas del dispositivo. Sólo si esta información se divide y envía en frases cortas y claras con contenido visual (fotos y/o videos) será bien recibida.
Hay más elementos que serán necesarios. La inteligencia artificial será uno de ellos, porque aplicada a las APPs permitirá que según los criterios y decisiones del usuario ésta vaya aprendiendo cómo interaccionar con él, con lo que se conseguirá una mayor personalización tanto de las recomendaciones, como de la manera de enfocar las intervenciones o actividades, tal y como haría un profesional sanitario.
La rapidez del avance tecnológico nos hace soñar en las posibilidades en un futuro muy próximo, pero hay realidades que ya tenemos en nuestra mano, como la gamificación. Es decir, aprender y mantener hábitos saludables mediante juegos, y poder compartir elementos en las redes sociales para que gracias a los “me gusta” y a las palabras de ánimo del entorno social virtual del usuario, se mantenga la motivación en el cambio de hábitos.
Cabe añadir que esto último llevará a la viralización del contenido de la aplicación: permite llegar a mucha más gente y darse a conocer de forma gratuita y de una manera más eficiente que los anuncios; Facebook no tuvo invertir en publicidad para tener centenares de millones de usuarios, fue el boca a boca.
Las aplicaciones no solo deberán existir en el móvil sino que deberán tener presencia en las redes sociales para aportar más información y también disponer de dispositivos externos conectados a ellas para monitorizar al paciente de forma sencilla como tensiómetros, saturadores, etc…
Así será cómo evolucionarán las aplicaciones sanitarias, aunque vaticinar la evolución de las nuevas tecnologías siempre ha sido un desafío, ya que la mayoría de las veces, lo augurado se avanza, se retrasa demasiado o simplemente surge algo inesperado que lo revoluciona todo y convierte en papel mojado lo dicho. Si estoy en lo cierto o erro estrepitosamente sólo es cuestión de tiempo, mientras tanto, sigamos probando, creando y facilitando la vida lo mejor posible a nuestros pacientes con lo que disponemos ahora.
Antonio Vallejo Domingo
Diplomado Universitario en Enfermería
CAP Gran Sol, Badalona. Barcelona
Coordinador de l’APP S’ACABO de la SEDET y la APP EPOC RESPIRA, ¿quieres conocer más?
@EPOC_Respira
@AVallejoD79